La Asociación de Veteranos y Veteranas "Rafael Arce Zablah" aglutina a los hombres y las mujeres que en algún momento han participado en las filas del Ejército Revolucionario del Pueblo ERP, indistintamente si sus funciones hayan sido militares, políticas o de apoyo y no importando cual fue su grado de responsabilidad y la duración de su militancia.
La Asociación no tiene ningún fin político partidario. En ella participan todos los que han integrado el ERP, no importando su actual afiliación en partidos políticos. Ninguna afiliación o militancia partidaria es condición ni impedimento para participar en ella. La militancia que varios compañeros provenientes del ERP tienen en diferentes partidos de todo el espectro político de país, en algunos casos incluso en la dirección o como funcionarios públicos, enriquece la Asociación y su participación es una muestra de la representatividad que los veteranos del ERP tienen en nuestra sociedad. De la misma manera se valora como positivo para la Asociación que otros de sus miembros tengan participación en movimientos sociales, gremios, la vida académica, cultural o religiosa, el quehacer empresarial, o la opinión pública.
A quince años de terminado el conflicto armado, los veteranos de la guerra civil salvadoreña que hemos participado en las filas del ERP hemos decidido organizarnos en una asociación de carácter civil para trabajar conjuntamente y como ciudadanos para alcanzar los siguientes objetivos:
1. Estimular la convivencia entre todos los veteranos y sus familias, cimentada en los principios de la fraternidad, la solidaridad y la hermandad, experiencias compartidas y el orgullo de haber participado activamente de un capítulo importante de la historia salvadoreña, sólo comparable con la suscripción del acta de independencia patria.
2. Velar por asegurar el bienestar y la dignificación de todos nuestros veteranos y sus familiares. Para esto, la Asociación trabajará para promover el desarrollo de las comunidades con asentamiento de nuestros asociados y sus familiares. En especial la Asociación trabajará para promover el bienestar y la inserción social y productiva de los lisiados de la guerra.
3. Defender lo conquistado en la guerra, de la cual hemos sido partícipes y que está expresado en los Acuerdos de Paz firmados en 1992. Los veteranos del ERP no vamos a permitir que nadie ponga en peligro la paz, la democracia, el pluralismo político, el régimen de derechos humanos y otras conquistas plasmadas en los Acuerdos de Chapultepec. Nos pronunciamos contra eL uso de la violencia política y la represión en tiempos de paz y contra la violencia social y sus causas.
4. Aportar a que la memoria histórica de la guerra revolucionaria y de las más variadas, creativas y heroicas formas en que decenas de miles de mujeres y hombres han participado en ella, se convierta en parte de nuestra cultura nacional. Trabajaremos por el rescate de la identidad histórica del ERP y de los aportes que como organización hemos dado durante la guerra y en la conquista de la paz.
5. Expresar, mediante el rol que como veteranos y ciudadanos juguemos en la sociedad, en la opinión pública, en la cultura y en el quehacer económico, social y político de nuestro país, la dignidad de los que hemos hecho la guerra y la paz. La Asociación es nuestro vehículo para dar dignidad y autoridad moral a los veteranos del ERP dentro de nuestra sociedad y su cultura.
6. También contribuir a que cicatricen las heridas que dejó la guerra, no sólo en las partes beligerantes sino en toda la sociedad, estimulando el entendimiento entre antiguos adversarios y fortaleciendo el futuro de paz, tolerancia, justicia y desarrollo armónico en nuestro país.
Todos estos objetivos se pueden sintetizar en una sola frase:
Los veteranos del ERP nos organizamos para trabajar porque ningún hombre y ninguna mujer que ha participado de la guerra en nuestras filas viva avergonzado, marginado ni se conduzca con la cabeza baja, sino orgullosos de su aporte a la historia del país y participando del desarrollo político, social y económico que juntos hemos hecho posible.
San Salvador, agosto 2007